Esta inmensa y deslumbrante construcción de estilo gótico policromado, se encuentra ubicada en Tocancipá, exactamente en el sector conocido como la fuente vía a Zipaquirá. En la actualidad, gracias a su particular y deslumbrante belleza es uno de los atractivos más reconocidos que se pueden visitar en la región. Se trata de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, construida por los Heraldos del Evangelio a quienes se les conoce popularmente como Caballeros de la Virgen.

Su estilo fue pensado para que las celebraciones litúrgicas se realicen con gran esplendor y perfección; experimentando una gran sensación de amor, reflexión, perdón y reconciliación; que inundan el espíritu del ser humano con la exquisita sensación interior de paz y armonía espiritual.

Los arcos ojivales que cubren todos los rincones de la iglesia, brindan una sensación de verticalidad y obligan a que las personas eleven la mirada al cielo, cautivados por su magestuosidad y exuberante belleza. Allí, se contemplan detenidamente los vitrales, la gama de colores sólidos y el diseño de las entradas de luz natural que producen un gran impacto y sensación de esperanza.

Las eucaristías que allí se realizan son acompañadas por un coro polifónico y uno gregoriano, que agregan valor a la experiencia; ya que, cada nota es perfectamente ejecutada, causando de esta manera que el espíritu se regocije y se deleite con la armoniosa melodía que invita a mantener la fe, la esperanza y a rescatar los valores humanos; pero ante todo a no perder la esperanza en la construcción de una sociedad más justa, en donde prevalezcan los auténticos principios y valores del cristianismo.

Hoy día, esta iglesia recibe a devotos de todas las regiones del país que quieren apreciar la belleza de su diseño y tener un momento de recogimiento. Las eucaristías se realizan los sábados al mediodía y los domingos a las diez de la mañana, a las doce del día y a las cuatro de la tarde; horas en las que siempre hay sacerdotes disponibles, que con gran humildad y sensatez se disponen para prestar el sacramento de la confesión.

Para visitar este magnífico lugar una de las alternativas es por Tocancipá y luego se toma la vía hacia Zipaquirá – La Fuente; esta tarda un promedio de 25 minutos. Otra opción es por Zipaquirá vía Barandillas – La Fuente, en un recorrido aproximado de media hora; además, cabe resaltar que por este sector el servicio de transporte público es constante. Al llegar a este espléndido lugar podrá encontrar una enorme construcción, que dispone de amplios espacios para el parqueo de los vehículos.